miércoles, 22 de mayo de 2013

Isla Negra


Mientras esperan al último capítulo de las Crónicas y más material de sus personajes favoritos, acá les dejo un pequeño aporte con una fantástica ilustración de Shanka.
Espero que lo disfruten y hasta la próxima.


Lord_vampiro

Isla negra

La balsa se desplazaba por el agua sin encontrar tierra a la vista. Los peces se movían en las profundidades del mar y las olas estaban tranquilas. Era difícil de captar la noción del tiempo aun observando la luz en el horizonte y las condiciones climáticas constantes.


Las energías del naufrago fueron debilitándose poco a poco haciéndolo entrar en un misterioso letargo. No podía hacer otra cosa más que quedar a la deriva y esperar que algo sucediera.


Así fue como la balsa llegó a una misteriosa isla y el naufrago despertó en tierra. Quedó sorprendido por el paradisíaco paisaje que estaba observando. Había construcciones con muchos adornos de oro y una gran cantidad de vegetación. Las construcciones parecían una mezcla entre varias antiguas civilizaciones. Sin embargo, al querer entrar a la ciudad volvió a caer inconsciente. 



Escuchó voces inentendibles murmurando por lo bajo y sentía como lo iban alimentando a través de sueros y lo protegían preciadamente como un invitado de honor. Al recuperar la consciencia pudo ver seres humanos de gran belleza. Esos seres se divertían con el naufrago y con lenguaje de señas le hicieron saber que lo llevarían a recorrer el lugar. Todo era muy perfecto, pero podía sentir unos ruidos extraños al acercarse a la cumbre del lugar. Allí los misteriosos hombres le mostraron un trono y se inclinaron ante el naufrago como sus súbditos, pudo darse cuenta que tenía un parecido con un monarca del lugar y le pareció divertido cumplirle la fantasía a esos hombres y mujeres reinando para ellos. 

Pensaba que se había sacado la lotería y sin pensarlo dos veces se sentó en ese trono, pero en el momento en que lo hizo sintió que todo cambiaba drásticamente. Todo se tornaba más húmedo y pegajoso, los extraños ruidos se hicieron más fuertes y distintos ácidos comenzaron a llenar el lugar. Y sin que el hombre lo pudiera evitar fue digerido por esa misteriosa isla que por unos momentos se hundió en las aguas para regurgitar los huesos del hombre en las profundidades y volver a emerger nuevamente esperando a su próxima víctima.

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