Buenas queridos lectores, en esta ocasión les traigo un cuento de misterio sobre un detective que tal vez vuelva aparecer más adelante.
También quería comentarles que es posible que empiece a publicar próximamente una tira humorística en la que estoy trabajando.
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Sin más preámbulo acomódense en sus asientos y lean de principio a fin esta historia, comentando luego conclusiones, dudas o sugerencias.
saludos atte Vampire_lord
El singular caso de los muertos de mal de amor
Eran aproximadamente las cero treinta de la madrugada y habían llamado al detective Fernando Crane para investigar un homicidio.Al llegar a la escena del crimen los investigadores estaban perplejos tras observar el cadáver sobre un charco de sangre proveniente de sus ojos, boca y nariz. Otro detalle que les llamo la atención eran hematomas circulares alrededor de los miembros y cuello del joven.
Los siguientes días los forenses descubrieron que las arterias del muerto habían explotado, su corazón presentaba múltiples puñaladas de adentro hacia afuera. Las muertes no se detenían y Fernando decidió entrevistar a los familiares y amigos de los fallecidos para ver sí encontraba un patrón determinante.En lo que coincidían todos los casos era que algunas víctimas habían sufrido pequeñas dosis de depresión, angustia o frustración por no poder acercarse a una persona amada, mientras otros habían sufrido peleas recientes con sus parejas. el detective se mostraba muy escéptico por el asunto.
Días más tarde fue a investigar otra muerte que dejó muy asqueados a los investigadores. La víctima había estallado en mil pedazos quedando solo la cabeza intacta con una triste expresión en el rostro. El cuerpo era de un jovencito algo regordete de unos catorce o quince años. Fernando interrogó a la familia y otra vez la respuesta fue que el muerto era una persona muy introvertida, bastante solitaria, de baja autoestima. Se entero que en los últimos días había intentado invitar a salir a una chica pero al recibir una respuesta no satisfactoria se retrajo cayendo en una depresión mucho más profunda de la habitual.salió del domicilio del muchacho y esa noche fue a tomar unas copas a un bar al que iba habitualmente con sus amigos. Estaba algo desconcentrado por el crimen del día y había apostado qué quién se acercase a una joven que estaba en la barra recibiría tragos gratis por el resto de la noche. Bebió un poco de su cerveza sintiéndose desgraciado por no poder resolver el crimen y cuando le tocó ir por la chica falló quedándose paralizado con una timidez poco habitual. Salió del bar puteando y en la calle sintió una pequeña descarga eléctrica subiéndole por la columna. Ignorándola al asumir que se trataba de una vulgar brisa nocturna. Mientras caminaba recordó que podía tomarse libres algunos días en el trabajo por orden de sus superiores y así recuperar fuerzas para investigar.
La noche pasó y sintió una armaga sensación al despertar a la mañana , su impotencia por el caso aumentó y sintió el deseo de pasear por su barrio en busca de la chica que no pudo encarar la noche pasada.No pudo encontrarla y al regresar a su hogar bebió dos copas de Vodka. Los días siguientes repitió esa rutina pero el alcohol ingerido iba en aumento.
En el atardecer de una de esas caminatas se sorprendió tras algo que vio en la calle. Al pasar por una vidriera se reflejó una criatura horripilante que tenía la cabeza como una pelota de rugby transparente, podía verse un cerebro palpitar dentro de la cavidad, los ojos parecían antiparras, sus miembros eran varios tentáculos, algunos terminaban en puntas como alambres .Fernando se dio cuenta que el espécimen lo miraba, sintió pánico y vio que había más adheridos a otras personas. Victima del pánico se puso a correr para escapar de la situación aunque con dificultad por su borrachera. Quedó helado al ver a una joven mujer sentada en la puerta de una casa. Ella estaba algo encorvaba y uno de esos monstruos estaba sobre su espalda, el detective tiró un manotazo para sacarlo de encima pero no sucedió nada y la chica se quejó mirándolo muy enojada e insultándolo. En ese momento se dio cuenta que solo él podía verlos.
A la mañana siguiente se levanto resacado y cuando lavó su la cara se alegró al no ver rastros de ese horrible bicho. Luego de un café bien cargado comenzó a trazar una hipótesis en la que trabajó los siguientes días llegando a la conclusión de que los parásitos se desarrollaban más rápido mientras más dolor por los males de amor sufrían sus huéspedes. Con los tentáculos asfixiaban a la gente y ejercían presión en sus miembros para que no puedan caminar hacia las personas que deseaban. Los filamentos apuñalaban poco a poco el corazón de sus víctimas, alimentándose del dolor en esos cuerpos. Descubrió que esa descarga en su columna le indicó el acoplamiento y gracias a eso podían intervenir las ondas cerebrales haciendo que la gente se sienta mal y pierda su voluntad. A veces se conectaban a las mismas funciones cerebrales eligiendo los pensamientos para frustrar y deprimir. Al terminar Fernando decidió que iba a comenzar a valorarse más, creer en sí mismo y no le iban a importar comentarios ajenos. Lleno de confianza llevó ese archivo a la división donde trabajaba con una gran sonrisa. Pero al presentarlo sus compañeros pensaron que los estaba cargando y se rieron burlonamente. El detective defendió su argumento pero por desafiar a la autoridad lo metieron en una celda.
Luego de un par de días, con ese cambio de actitud Fernando se sintió aliviado volviendo a sentir la misma corriente de la noche de su fracaso en el bar. En ese momento quedó agradecido consigo mismo porque ese cambio interrumpió las funciones biológicas del parasito liberándolo de su cuerpo. Más relajado a pesar del encierro se retractó y fue puesto en libertad sabiendo que todo era verdad pero el común de gente no estaba preparado para aceptarla.
FIN
Martín Fernández Morcillo
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