martes, 13 de agosto de 2013

Oráculo de Delfos

La segunda parte de la historia llamada "Casco Corintio". Si no la leyeron, háganlo porque tal vez se pierdan algunos detalles sobre la de este post. Podrán disfrutar de una excelente ilustración de Shanka como en la historia anterior.
Delfos es uno de los edificios del antiguo mundo griego que aún hoy en día queda en pie. Y fue declarado patrimonio de la humanidad. Fue un lugar de culto a Apolo y un oráculo muy importante en los tiempos antiguos.
Pero bueno, basta de datos por hoy, mejor los dejo con el relato. Espero que lo disfruten y volveremos a leernos muy pronto en próximas entradas.

Saludos cordiales,

Lord Vampiro. 





Oráculo de Delfos

Luego de salir del templo en la cueva, el arqueólogo, devenido en guerrero, pudo observar una figura acercándose en su dirección. Temiendo repetir la experiencia anterior, apuró el paso para tratar de cruzarse lo más rápido posible hacia esa figura y advertirle del peligro. 


La figura era un anciano en muy buen estado físico. El arqueólogo se dio cuenta de que podía hablar con el anciano y, con solo pensarlo, conversaba en el mismo dialecto que el hombre. Intercambiaron noticias, entre ellas lo que había sucedido en la cueva, resultando  algo pálida la expresión del ancianoEl viejo cayó desvanecido, siendo rápidamente cargado en los brazos del arqueólogo, caminando en línea recta.  

Las horas pasaban, y cuando el anciano se recuperó le dio más información sobre las horribles criaturas, relatándole sobre muchos ataques en los pueblos vecinos, todos provenientes de un abismo. Siguió comentando que muchos soldados e inocentes habían perecido en esas batallas. El arqueólogo confesó que había matado a uno fácilmente y el anciano vio recuperada un poco de sus esperanzas pérdidas. 

Tras un breve pensamiento, el anciano dijo que ellos debían ir al gran oráculo de Delfos en busca de respuestas a este nuevo mal que había surgido. El arqueólogo estuvo de acuerdo porque también quería respuestas, especialmente una que lo ayudara a regresar a su época. 


Tardaron algunos días en llegar a Delfos, observando las ruinas y la muerte que habían sembrado los asquerosos seres. Al ver el Oráculo de Delfos, el anciano se dotó de una gran energía con la que apuró su paso para acercarse. El arqueólogo, preocupado, le siguió el ritmo.

Se sintieron revitalizados con los cálidos rayos del sol bañando sus cuerpos cercanos al lugar. Unas mujeres los recibieron y les ofrecieron agua de un manantial. Una de las mujeres les hizo saber que “La Sibila los esperaba”.  Esta última guió al guerrero arqueólogo hacia una cámara profunda dentro del templo.


En ese lugar escuchó la voz de una mujer que le daba la bienvenida, sin darse cuenta si era joven o anciana. La mujer parecía muy preocupada y le respondió lo siguiente:


"Se para lo que vienes. La era de los dioses está por terminar.

Esas criaturas anuncian el fin y los tiempos míticos dejaran de existir.

Podremos detenerlos, pero a partir de ese momento ustedes, los humanos, deberán pelear solos."


El arqueólogo quería irse, pero la voz de la mujer lo detuvo:


"No te vayas aún, debes saber algo más. 

Se lo que buscas. Lo único que puedo decirte es que para hacerlo deberás volver a donde comenzaste…"


Oyendo la últimas palabras de la sibila, el arqueólogo resolvió que debía volver al templo en donde inició su extraña aventura...





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